“Las palabras del año son dos y son Inteligencia Artificial”, expresó Alejandra Lagunes; en el marco de FIL pensamiento, Inteligencia Artificial (IA): entre utopías, distopías y realidades.
La Inteligencia Artificial llegó para quedarse y determinará en gran parte el futuro de la sociedad, la forma de comunicarnos, la manera en que elegimos a nuestros gobernantes y el entorno de la sociedad.
¿Pero cómo se regula la Inteligencia Artificial?
La IA en la sociedad, la gobernanza y construcción de la opinión pública es parte del riesgo que se toma al tratar de utilizarla en la democracia. La forma en que hoy en día puede llegar a influir la IA en la forma de elegir a los gobernantes es fundamental. Puede ayudar a mejorar la participación ciudadana, optimizar la toma de decisiones políticas y gubernamentales, pero también presenta desafíos como la privacidad, la manipulación de la información y el sesgo que pueden tener los algoritmos debido a la información con la que fueron programados.
“Siri y Alexa, voten por nosotros”, comentó Daniel Innerarity.
¿Por qué no dejar que la IA elija al mejor postor en un cargo político?
Aunque la IA toma decisiones con base a la lógica y la información disponible, el voto es un asunto complejo que implica valores, opiniones personales y conocimientos sobre la moral de los candidatos, por lo cual no sería elegido el mejor candidato para la gobernanza, sino el mejor preparado académicamente.
“La Inteligencia Artificial tiene que ser el copiloto, no el piloto”, mencionó Alejandra Lagunes.
Esto se debatió en la mesa de diálogo, “el discreto encanto de los algoritmos: inteligencia artificial y democracia”.
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