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Las oportunidades que tiramos a la basura

En comunidades medias como las de la región alteña, en promedio una persona elimina hasta un kilo y medio de desechos orgánicos e inorgánicos al día. Esta basura va, indudablemente, a parar a los vertederos municipales, en muchos casos sin si quiera ser intervenida para darle una segunda oportunidad, ya sea para reciclaje o compostaje, comenta la doctora Idalia de Jesús Ruiz García, profesora de tiempo completo en el Centro Universitario de Los Altos, de la Universidad de Guadalajara.

La académica sostiene que, aunque cada gramo de residuos puede volver a ser utilizados, aún nos falta una cultura enfocada en la conciencia hacia el cuidado del medio ambiente, que incluso nos beneficiaría económicamente.

“Tenemos una parte orgánica y una parte inorgánica. La parte inorgánica, o sea los plásticos, cartón, papel, metal se puede reciclar sin ningún problema. La cuestión orgánica es quizá la más difícil, pero la que más nos beneficiaría. Si nosotros separásemos la parte orgánica y la composteáramos, produciríamos un gas, que se llama metano, ese gas lo pudiésemos convertir en nuestro medio de transformación de alimentos, o sea, en vez de comprar gas butano, nosotros mismos estaríamos produciendo nuestro gas para cocinar, para bañarnos y para producir electricidad”.

Países como la India ya han comenzado a aplicar dichas medidas para el beneficio de comunidades enteras, afirma Ruíz García, las cuales aplican el modelo de economía circular.

“Muchos países como la India, desde hace muchos años ya se implementa. Incluso los desechos mismos de los humanos producen este gas. En muchas ciudades en la India ya tienen esta independencia desde el punto de vista energético, pues producen su gas para cocinar, para bañarse, y también para la producción de electricidad. Ya que se agota esta composta, y que tuvo esa transformación, se vierte en los campos y fertiliza, y se producen alimentos que se comercializan, o incluso entre vecinos, se intercambian hortalizas, el que produce brócoli lo cambia con el que tiene cebollas, jitomates, etcétera. Y ya no tienen que ir al súper mercado y gastar gasolina, e invertir tiempo en ir a comprar, porque lo están produciendo ahí a la vuelta de su casa”.

Dichas acciones de economía circular, darían una importante independencia a las comunidades, explica la profesora del CUAltos.

Si nosotros nos organizáramos como sociedad y pensáramos que esa materia orgánica nos puede ayudar económicamente, sobre todo ahorita que pues suben y suben los precios y que los sueldos no suben en la misma proporción, pues si nos ayudaría de manera importante para ahorrar, tener una mejora calidad de vida, una mejor calidad de alimentos, que nosotros produzcamos y nos daría tranquilidad.

 

Atentamente

"Piensa y trabaja"
"Año de la Transición Energética en la Universidad de Guadalajara"
Tepatitlán de Morelos, Jalisco
5 de febrero de 2020
Texto y fotografías: Cinthya Gómez