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Agroempresas, las que más se benefician de la Economía Circular

Algunos residuos que pudieran considerarse repulsivos, como los excrementos de cerdos, aves y vacas son comúnmente reutilizados como abonos ecológicos, y hasta como generadores de biodiesel. Estas soluciones alternas para los deshechos más abundantes en la agroindustria alteña son el más claro ejemplo de la economía circular.

“Mientras la economía se ve como un proceso que siempre va hacia adelante, de la que salen los productos y junto con ellos hay subproductos llamados desperdicios, en la economía circular, en lugar de que haya desperdicios o residuos, estos se minimizan y si es posible se vuelvan a reutilizar. Es el clásico lema de las tres erres: Reutilizar, Reciclar y reparar”, comentó el profesor investigador del Departamento de Economía del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara, el doctor Clemente Hernández Rodríguez.

Según detalla el investigador, la economía circular, es la respuesta a la preocupación cada vez más creciente de cuidar el medio ambiente.

“En los agronegocios, lo que para unos es basura orgánica, para alguien más esto se vuelve un insumo que puede ayudarlos a mejorar la productividad”.

Y señaló que en la naturaleza, se observan claros ejemplos cotidianos de economía circular y desperdicio cero, pues la materia orgánica que muere se convierte en biomasa que nutre a otros entes.

“Un ejemplo sencillo es el pasto, todo es materia que para algunos es basura, para otros que se dedican a los cultivos, le puede servir como biomasa. Es decir, como un insumo. Entonces en realidad no es un residuo, y en estricto sentido, la naturaleza no desperdicia nada. El mejor ejemplo de economía circular lo vemos en la naturaleza, pues minimiza los residuos. A esto incluso ya se le conoce como econofísica.

De esta manera, los agronegocios, según el académico de la Universidad de Guadalajara, son los que más se benefician de la aplicación de la economía circular.

“Ya lo hacen, pero no le llaman economía circular. El ejemplo más claro está en las granjas avícolas. En esta industria, a sus subproductos, como la gallinaza le han encontrado un canal alternativo, y no se vuelve desperdicio, sino un insumo”.

 

Atentamente

 

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Tepatitlán de Morelos, Jalisco

22 de enero de 2020

Texto: Cinthya Gómez