Democracia, arma de doble filo en estados de la Unión Europea

La democracia es el sistema político dominante en la Unión Europea (UE), sin embargo, la libertad que ofrece también abre la oportunidad para que gobiernos de derecha y ultraderecha puedan acceder al poder y comprometan el avance en los derechos humanos.

Así lo consideraron expertos en relaciones internacionales durante el foro La Unión Europea: ¿una democracia sin ágora? de FIL Pensamiento, en el que debatieron el crecimiento de la UE y los riesgos que enfrentan los estados miembros ante el debilitamiento de la democracia.

“La paradoja de la Unión Europea es que abre la puerta de la democracia, lo que puede facilitar el ascenso de gobiernos derechistas al poder y posteriormente quitar derechos que la misma UE impulsa”, indicó David Gómez-Álvarez, especialista en Política y Gestión Pública.

El ex canciller de México, Jorge Castañeda, mencionó que aunque se ha visto un auge en partidos políticos de ultraderecha en países como España, Países Bajos o Italia, las mismas instituciones europeas se han convertido en un contrapeso para evitar que avancen políticas públicas con tintes fascistas o que buscan quitar derechos humanos.

“Las instituciones europeas y supranacionales han alcanzado, hasta ahora, impedir que se produzcan advenimientos de partidos francamente fascistas al poder, o si llegan, a impedir que puedan poner en práctica las políticas de ese corte en la realidad”, resaltó.

Enfatizó que el trabajo de la UE también contiene el avance de estos partidos debido a que es necesario que negocien con el resto de los gobiernos en turno, los parlamentos y con la administración central de la Unión.

Brigitte Weiffen, experta en el estudio de la relación entre América Latina y Europa, expuso que la Unión Europea es un conglomerado de estados que ofrece un crecimiento y desarrollo a sus ciudadanos.

Sin embargo, debido a la extensión de este sistema, también puede haber desconfianza hacia las instituciones al tener una percepción de lejanía, al no sentirse involucrados en las decisiones que se toman en Bruselas, pero que impactan a todo el continente.

Por su parte, Alan Riding, periodista y académico en temas de la relación México-Estados Unidos, expuso que desde hace siglos la Unión Europea ha mantenido el sueño de unificar a sus estados, por lo que a lo largo de la historia se han visto esfuerzos por fomentar esta vinculación.

Sin embargo, recordó que la diversidad en los estados también se ha convertido en un obstáculo para la unión. Además de que factores como la migración, la religión, la economía y la llegada de nuevos miembros han contribuido a la percepción de desigualdades entre los ciudadanos europeos.

“Muchos de esos países no tenían experiencia en democracia, saltaron del comunismo a la democracia electoral y al capitalismo, que era salvaje en muchos casos. La democracia empieza en los países como Polonia, Checoslovaquia, Rumania y Bulgaria de forma herida, con problemas que se necesitaban subsanar en los tiempos que seguían”.

La especialista en política exterior de Hungría, Zsuzsanna Szelényi, compartió la experiencia de su país al sumarse a la Unión Europea, y consideró que a pesar de que representa una oportunidad de desarrollo económico y social, también implica adecuarse a las políticas de la UE.

“La UE es considerada la democracia más estable en el mundo, pero es necesario mantener estos países juntos. Es la razón por la que se estableció la UE”, puntualizó.

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Texto: Pablo Miranda Ramírez
Fotografía: Abraham Aréchiga