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Pastos más eficientes y ricos en nutrientes, como alternativa a la alimentación animal: Investigador de Costa Rica en CUAltos

  • Pastoreo de ganado en Costarrica
  • Dr. Luis Villalobos Villalobos, investigador de la Universidad de Costa Rica
  • Vacas pastando
La técnica también disminuye la huella de carbono de la producción de leche y cárnicos

Existe una alternativa más económica al maíz que los ganaderos en países como Costa Rica están implementando para disminuir sus costos, sin sacrificar calidad y nutrientes para alimentar a sus animales: El monitoreo de nutrientes en los pastos, señaló Luis Alonso Villalobos Villalobos, Profesor Investigador de la Escuela de Zootecnia en la Universidad de Costa Rica, y en el Centro de Investigaciones en Nutrición Animal, quien visitó el Centro Universitario de Los Altos para participar en el Primer Congreso Internacional de Biociencias.

En países dónde el acceso al grano de maíz, la soya y otros nutrientes elementales para fabricar suplementos alimenticios para las vacas está limitado por los precios de importación y el poco terreno, a decir de Villalobos Villalobos, la clave está en dar seguimiento a los pastos, levantarlos o someterlos al pastoreo en cierta etapa de su crecimiento foliar, midiendo las cuestiones meteorológicas que le precedieron a la planta y no basados en los días que lleva la planta de nacida, lo cual es elemental para garantizar una dieta rica en sustancias benéficas.

“Básicamente consiste en manejar las pasturas con base en la Fenología, eso es llegar al momento exacto en que la pastura ya está lista para ser consumida. Eso se basa en monitorearla bien, por medio de contar el número de hojas y eso es un criterio específico para cada tipo de pasto”.

Durante el Primer Congreso Internacional de Biociencias organizado por el CUAltos, el Doctor Luis Villalobos explicó la dinámica implementada en Costa Rica, la cual se espera replicar también en regiones como Los Altos de Jalisco:

“Muchos productores manejan sus rotaciones de pastura a días fijos. Cada 30 días los animales llegan al mismo potrero y la idea es que eso cambie, porque la planta es un organismo vivo, entonces hay que ajustarse de acuerdo a la época, de  acuerdo a las cuestiones ambientales, con el objetivo de tener la mayor cantidad de nutrientes disponibles para el animal”, dijo el investigador.

En el país centroamericano, debido a la poca disponibilidad de granos, por su elevado precio, la fórmula para medir la eficiencia de una vaca, se mide más en la relación a hectárea de pasto y no en grano o por día.

“A diferencia de México, nosotros no producimos mucho grano como para tener una industria que abastezca las plantas de alimentos balanceados. Entonces básicamente nuestros granos, la soya y los alimentos son importados y eso incrementa los costos”, dijo.

Y la medida, no sólo reduce costos, sino que también evita el sobrepastreo de las tierras y su consiguiente daño ambiental, según sostiene el académico.

“Ahorita con la parte del cambio climático una de las cosas que estamos tratando de evaluar que para nuestros sistemas es la huella ecológica. No hacer mediciones en base a una producción total, si no a indicadores de eficiencia sobre los kilogramos de dióxido de carbono generador por kilo de carne o leche producida”.

Sin embargo, la dinámica de constante rotación de los hatos en diferentes predios, aún no está muy difundida entre los ganaderos, por lo que aseguran que aún falta mucha labor de concientización de los beneficios no sólo económicos, sino ambientales de la técnica.

“Nosotros tratamos que nuestros productores tengan sistemas de pastoreo en los que los animales aprovechan el potrero, pero los productores los están moviendo. Es que por nuestras condiciones, la orografía, que suele ser quebrada, esto genera más erosión, entonces el concepto también es el mismo, hacer pastoreos intensivos, pero en poco tiempo, así dejamos cobertura en el suelo y se evita la erosión y la compactación”, comentó.

Otra de las ventajas de la técnica, es que a partir de la reducción de costos, devenida por los cambios en la alimentación con pastos, los productores podrían hallar en la técnica una defensa contra el importación de productos lácteos más baratos y poder competir en el mercado.

Con la técnica, en  promedio, un kilo de materia seca de pasto, cuesta producirse aproximadamente 10 centavos de dólar, mientras que un kilo de concentrado balanceado, este se eleva cinco veces mas. Por año, cada hectárea de superficie está produciendo hasta 30 toneladas de materia seca. O sea, entre tres y cuatro toneladas de pastura por rotaciones de 25 días.

“Necesitamos que los productores sean más eficientes y la forma de ser más eficiente es incrementando la cantidad de forraje y no depender del grano y eso se logra únicamente con calidad. Si quitas grano, el grano es rico en nutrientes, entonces tienes que dar algo equivalente o que tenga un valor nutricional suficientemente alto para que no te afecte la producción”.

 

La implementación en México

En CUAltos, el Dr. Humberto Ramírez vega, investigador de este ramo, asegura que en Los Altos, y en México se puede copiar el modelo costarricense.

“La idea es aprovechar la experiencia que tiene Costa Rica en cuanto a la utilización de los pastos, que es una parte que hemos desatendido y que estamos retomando para poder complementar la alimentación del ganado. Aquí tenemos pastos muy buenos”, comento el académico.

Y para hacerlo posible ya se están estudiando algunos tipos de pastos que siempre han estado en la región y que tienen la calidad y cantidad suficientes de nutrientes para ser considerados candidatos a ser utilizados como forraje.

 
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Tepatitlán de Morelos, Jalisco, 28 de septiembre 2018
Texto: Cinthya Gómez
Fotografía: Cinthya Gómez